No dejes que tu pasado se convierta en tu futuro. Nuestras rutinas, nuestra forma de pensar, nuestras costumbres, nuestro pasado… se van a convertir en nuestro futuro. Vamos a tomar un ejemplo de algo con lo que personalmente me encanta machacarme: el peso. Seguro que muchos –especialmente ahora que llega el solsticio exhibicionista- estáis “en la lucha”. Yo también, desde hace unos mil solsticios más sus correspondientes equinoccios.
Post del Blog Zumo de Empleo
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