Un artículo del País recuerda que sin políticas de retención de talento se puede sufrir la fuga de empleados clave. El elevado paro y el recorte de gastos están empujando a las compañías a descuidar sus técnicas de retención de talento.
Si se van los mejores, quedan los menos brillantes, y el resto puede pensar en hacerlo cuando mejore la situacion ecómica. "La generación Y, por debajo de los 30, necesita retos. Si se le encarga un trabajo que consiste en mantener lo ya existente, se irá". Los baby boomers, entre los 45 y 65 años, buscan, según Deloitte, mayores beneficios sociales (seguro de salud, pensiones...) e incentivos financieros. Cada uno busca cosas distintas. Y sin personalización no hay retención efectiva.
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