Más protección a los protegidos y menos a los desprotegidos. El Ministerio de Trabajo ha elevado en cuatro meses el periodo de protección por desempleo a los trabajadores que pierdan su trabajo, siempre que previamente pasen por un periodo de regulación temporal tasado en un expediente colectivo. La medida no afecta a quienes acceden al desempleo de forma individual ni a los colectivos cuyo primer expediente sea ya de rescisión de sus contratos. Esta decisión, que no es definitiva pero que tienen prácticamente pactada el Gobierno y la UGT, es un incremento de protección para colectivos muy protegidos, cuando los recursos disponibles, que son escasos por el simple hecho de que las finanzas públicas están en déficit, deberían destinarse a atender las situaciones de auténtica necesidad, o, en su defecto, a políticas activas de empleo, y nunca pasivas.
Despedida por quejarse de su `aburrido´ trabajo en Facebook. Una joven inglesa pierde su empleo tras comentar en la red social Facebook lo aburrido que le resultaba su trabajo, según recoge la publicación británica `Daily Mail´. Se quejó de que en su puesto de administrativa sólo escaneba papel y estaba `totalmente aburrida´, comentarios considerados perjudiciales por la empresa.
El Gobierno reduce un 42,7% la oferta de empleo público. El Consejo de Ministros aprobó hoy cuatro reales decretos de Oferta de Empleo Público para 2009, que ascenderá a 17.948 plazas de acceso libre, a las que se suman 2.613 de promoción interna, lo que da un total de 20.561 plazas.
Este dato supone una reducción del 42,7% con respecto a las 35.895 plazas convocadas por el Gobierno para el presente ejercicio 2008.
El 40% de los directivos que son promocionados rinden menos. Un estudio llevado a cabo por el Corporate Executive Board ha puesto de manifiesto que el 40% de los directivos que son promocionados dentro de la empresa rinden menos. Son víctimas, dicen sus autores, de la “paradoja del éxito rápido”. Se refieren a que tienen tantas ganas de conseguir un éxito inmediato en su nuevo puesto que terminan fracasando a largo plazo. El principal fallo es que se centran demasiado en un fin, olvidándose del resto de sus responsabilidades. Otros fallos son reaccionar negativamente a las críticas o sacar conclusiones precipitadas. Para evitarlo, recomiendan que los éxitos se consigan colectivamente. Las empresas también tienen algo que decir, ya que deben ser realistas a la hora de delimitar los objetivos de los directivos que promocionan.
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