Cuando los empleados ponen nota a sus empresas. Confianza, respeto, trato justo, orgullo y compañerismo. No es necesario ser adivino para adivinar las claves para un buen ambiente de trabajo. Lo que es necesario es realizar un análisis meticuloso y riguroso para descubrir cuáles son las empresas que mejor interpretan esos valores. El reto lo ha aceptado el Instituto Great Place to Work, que destapó ayer la lista de los 50 Best Workplaces España 2009, después de analizar un total de 250 firmas y 177.923 encuestas. Las cinco ganadoras en las distintas categorías son Wolters Kluwer (más de 1.000 empleados), Microsoft España (500 a 1.000 empleados), Cisco (250 a 500 empleados), Softonic.com, la mejor puntuada entre todas (100 a 250 empleados), y Grupo Visual MS (50 a 100 empleados). Hay denominadores comunes en los 5o mejores lugares para trabajar en España. Primero, la confianza en los superiores: el 86% de los empleados de estas empresas siente que sus jefes confían en que hacen un buen trabajo sin tener que vigilarlos. Segundo, el sentimiento de ser vistos como personas y no únicamente como una fuerza de trabajo: un 75% de los encuestados afirma que trabaja en un entorno seguro y saludable y que puede cometer errores involuntarios sin ser castigado por ello. Tercero, el trato justo: el 88% de los empleados siente que recibe un buen trato independientemente de su posición en la empresa. Cuarto, el orgullo por formar parte de ese entorno: el 90% de los entrevistados siente satisfacción por los logros de su equipo. Y por último, el hecho de que en todas estas empresas el lema de un 89% de la plantilla es: 'estamos todos en el mismo barco'.
Cultura empresarial tradicional. Hace unos días en la UOC me tocó realizar un análisis sobre la cultura empresarial, en concreto las diferencias entre la cultura tradicional y la nuevas culturas que se van imponiendo poco a poco. No he podido contenerme y os copio aquí las características de la cultura tradicional. ¿Os suenan estas características?
a) “El jefe siempre tiene razón”. Valor ampliamente extendido y característico en empresas fuertemente jerarquizadas, en las que una crítica a una decisión o a una acción de un “superior” es entendida como un ataque a la autoridad, y por lo tanto como una amenaza. Este valor esconde una fuerte resistencia al cambio y pone en peligro la creatividad de la organización, pues al margen de la frase hecha que da título a este subapartado, es evidente que el jefe no siempre tiene razón.
b) “El error se castiga”. Un valor muy arraigado también, característico de empresas poco maduras. En ellas son habituales las “cazas de brujas” en busca de los culpables de las ineficiencias, que a menudo tienen que pagar con rotaciones internas no deseadas o incluso con el despido encubierto como dimisión, si se trata de altos cargos. Post del blog de alfonsogu.com.
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