Consejos para poner nota a los directivos. Los bonos que han engordado la cartera de muchos directivos en plena crisis económica siguen siendo un tema de debate de candente actualidad. La congelación de salarios o la eliminación de este porcentaje asociado a la rentabilidad de la empresa son los parches que las organizaciones ponen para paliar el abuso salarial en un momento en que la austeridad es una obligación. Medir el impacto del riesgo de las decisiones que toma el ejecutivo y ponderarlo con los resultados de negocio es una de las opciones para conseguir que estos errores no se vuelvan a cometer. El variable, más que nunca, es ahora un sistema de ajuste que puede contribuir a salir de la crisis y mitigar el efecto de los despidos. Benjamin Sada, director de consultoría de Mercer, señala que "los acontecimientos acaecidos durante los últimos seis meses han dirigido el foco de atención sobre los planes de incentivos y los sistema de medición para fijar objetivos y premiar el desempeño".
Cuando mi jefe es feliz en la empresa... Desde 1991, el Instituto Gretat Place to Work analiza cuáles son las mejores empresas para trabajar según sus empleados. La confianza en los jefes, el trato justo y respetuoso, el sentimiento de pertenencia a un equipo o el orgullo por la propia compañía son, año tras año, factores que determinan el que los trabajadores puntúen a sus empresas y las aúpen en la clasificación de los paraísos laborales. Pero cabe preguntarse qué ocurre con los jefes –sobre todo los mandos intermedios– y cuáles son sus percepciones acerca de las características que ha de tener una compañía para ser un lugar excelente de trabajo. Montse Ventosa, directora general del Instituto Great Place to Work, asegura que "el alineamiento entre mandos intermedios y dirección es imprescindible para la creación de un clima de confianza en el que las personas puedan dar lo mejor de ellas mismas. Las personas entran a trabajar a empresas y marcas, pero se van de sus jefes. Del mismo modo, las empresas deciden dar lo mejor de si mismas cuando su jefe es capaz de motivarlas". Ventosa añade que esta es la razón por la que Recursos Humanos está sufriendo una transformación hacia un rol de bussines partner, de apoyo a los líderes, que son los encargados reales de gestionar a sus equipos. "Los tiempos de 'las personas para los de recursos humanos están quedando atrás y las mejores empresas delegan esta función en sus jefes".
El plan de gestión de residuos creará 7.000 empleos en Aragón. Más empleo, más inversión y menos contaminación. Estas son las líneas básicas del nuevo Plan de Gestión Integral de Residuos de Aragón (GIRA) 2009-2015 presentado ayer por el Gobierno de Aragón. El consejero de Medioambiente, Alfredo Boné, aseguró que durante este periodo se crearán 7.000 puestos de trabajo y que para ello saldrán de las arcas públicas 800 millones de euros. Esto permitirá, además, disminuir los deshechos urbanos, que en los últimos años ya se han visto reducidos en un 10%. Boné destacó que con la elaboración de este plan se ha conseguido convertir un problema (el de los residuos) en una oportunidad, sobre todo desde el punto de vista de la generación de puestos de trabajo. El nuevo GIRA viene, en su opinión "como agua de mayo" a la economía aragonesa. Y subrayó que por cada euro que se inviertan se generarán 1,83 de riqueza.
Aquí hay empleo, por orden del señor alcalde. De parados que hacen encuestas en las playas, a otros que trabajan en obras o cuidan a personas mayores, el abanico de planes incluye unos empleos más productivos que otros, con más lógica económica que otros, pero que, en general, levantan ampollas en los discursos del pensamiento liberal. Son tareas de tiempo limitado, a veces de apenas seis meses, y de productividad desigual. Pero paran el golpe de la exclusión social en un momento en que ya un millón de desempleados ha dejado de cobrar cualquier prestación. ¿Son empleos artificiales? Depende. ¿Pan para hoy y hambre para mañana? También depende. Si la ortodoxia hace agua con los bancos y las empresas, ¿por qué no habría de aflojar el puño con los ciudadanos?
El 80% de las ofertas laborales no se anuncia. Las empresas ocultan el 80% de las ofertas de empleo disponibles, es decir, que voluntariamente no las hacen públicas, para poder recurrir así a sus propias vías de reclutamiento, a intermediarios como los cazatalentos o a referencias de personas de confianza que puedan cubrir estos puestos. Así lo refleja un estudio de la consultora Creade-Lee Hecht Harrison en el que se señala que únicamente el 20% de las vacantes de empleo se hacen visibles y se constata que la crisis ha provocado el auge del llamado mercado oculto' que ha pasado de representar el 60% de las ofertas a agrupar actualmente al 80% de las mismas.
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