miércoles, 19 de noviembre de 2014

DEL TSUNAMI A LO IMPOSIBLE. Colaboración de Sergio Aparicio @sergioapariciop


Ayer volví a verla. Es una de las películas más impactantes que he visto nunca. Desgarradora hasta el límite, muestra el dolor de todos los que sufrieron el tsunami, personalizándolo en una familia española, que como muchos otros extranjeros, estaban pasando las fiestas navideñas en el paraíso. Del paraíso al infierno, en unos segundos. ¡Qué ironía!
Pero quiero centrarme en primer lugar en la historia. 26 de Diciembre de 2004. El mayor tsunami del que tenemos noticia, asola de manera brutal a varios países de Asia. Los muertos y desaparecidos sobrepasan a todo lo imaginable. Cientos de miles de personas lo han perdido todo, incluso la vida. Y quizá estos últimos hayan sido los más afortunados. La catástrofe humanitaria conmueve al mundo entero. Y una de las razones que motivó ese impacto a escala mundial, fue la gran cantidad de extranjeros, de alto poder adquisitivo, que se encontraban allí de vacaciones. La desgracia también les ha tocado a ellos. El destino no ha hecho distinciones entre nativos y extranjeros. Los destrozos son incontables y los cadáveres se apilan por miles. Es urgente ayudar a los supervivientes.

El 26 de diciembre de 2007, tres años después del tsunami que asoló Tailandia, la voz de María Belón ponía los pelos de punta a los oyentes de la Cadena Ser durante el programa La Ventana de Gemma Nierga.
María contaba en primera persona, acompañada por su marido Quique, la tragedia que vivió esos días su familia cuando se encontraba de vacaciones navideñas en un hotel de la costa de Tailandia. Su voz dulce y cálida, su relato personal y generoso lleno de reflexiones, matices y sentimientos es la punta del iceberg de lo que se habría de convertir en una película de gran éxito, LO IMPOSIBLE de Juan Antonio Bayona.

En ese momento, mientras María Belón narraba su desgarradora historia, Belén Atienza, la productora de Bayona, escuchaba la historia a través de la radio. Emocionada y conmovida por el relato de María, se lo contaría después al director y ambos comenzarían su búsqueda. Creyeron que esa historia necesita ser contada en forma de película.
Consiguieron reunir la increíble cifra de 30 millones de euros, para rodarla. Y lo imposible volvía a ocurrir. Un director desconocido, casi novel, un presupuesto inimaginable para el cine español, localizaciones en la zona donde azotó el tsunami, efectos especiales de infarto, más de 8000 extras, una banda sonora grabada en los estudios ABBEY ROAD de Londres…

Pero muchas personas creyeron en ese proyecto, lo hicieron suyo, consiguieron que viera la luz. Y no solo eso, sino que esa película se convirtió en un gran éxito de taquilla que compensó con creces los esfuerzos y recursos invertidos, amén de la satisfacción del sueño conseguido.
Parecía imposible que esa familia hubiera conservado la vida, que sus cinco miembros hubieran sobrevivido al desastre y que pudieran contarlo. Muchos otros no habían tenido la misma suerte. María llegó a confesar que había deseado que la muerte la librara de una vez del sufrimiento, pero siguió adelante, por sus hijos, por mero instinto de supervivencia, ¡ni ella misma lo sabía!
José Antonio Bayona y su equipo, creyeron a ciegas en su proyecto, lucharon contra la negativa de muchas personas que les tachaban de locos. Rodar esa película TAMBIÉN era imposible. Pero no lo fue. Ellos también lo consiguieron.

A mi parecer, este relato tiene dos lecciones maravillosas.
La de una familia que lucha para conseguir lo imposible, SOBREVIVIR.

Y la de un equipo de muchas personas que creyó que esa historia necesitaba ser contada.
Evidentemente, la historia de la familia de María es mucho más dolorosa, emotiva, desgarradora que la del equipo que rodó la película. Pero una no habría sido posible sin la otra. Y ambas historias, a su manera, nos ofrecen una insuperable lección de esfuerzo y superación.

Pero, no creo que debamos quedarnos solamente con el testimonio de todas estas personas, sino aprender de ellas. Debemos extraer una valiosa lección, que consiste en ser conscientes de lo que es verdaderamente importante para conseguir lo que queremos; y no es otra cosa que creer en nosotros mismos y en nuestros sueños, y luchar por ellos con todas nuestras fuerzas, con todo nuestro empeño, con toda nuestra inteligencia y todo nuestro corazón.
Porque, lo imposible solo es lo que no has intentado. Cuantos ejemplos tenemos a lo largo de la historia de personajes famosos o anónimos que lucharon por hacer posible lo que otros creían imposible. Como dijo Chesterton, “no sabían que era imposible y lo hicieron”. Y tú, ¿vas a creer en lo imposible?

Mucha suerte en el camino.

 Sergio Aparicio Pérez
Gestor Emocional, Transformador Personal y Social
Expert-Coach Personal, Ejecutivo y Empresarial
Experto en Desarrollo Personal 
Facilitador, Formador y Conferenciante
coachaparicio@hotmail.es / 607 231 230
Crédito foto: http://www.bebesymas.com/ser-padres/lo-imposible-la-fuerza-que-nos-dan-los-hijos-y-lo-fuertes-que-son
 

 

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