Extraído de mi libro “Trabaja Inteligente(mente)”
Para lo único que no debemos
tener tiempo es para estar estresados
Uno de los problemas que más aqueja a los
trabajadores actualmente, independientemente del lugar que ocupen en la
empresa, es el estrés laboral. Este problema, era un completo desconocido en
nuestros sectores empresariales hasta la década de los años ochenta del siglo
XX, cuando hizo su aparición entre los agentes de bolsa de Wall Street.
Hasta entonces, nadie había oído hablar
de una enfermedad, que solamente afectaba a los brockers, que estaban todo el
día preocupados por la rentabilidad de las acciones y los bonos.
Poco a poco, este problema se ha ido
extendiendo a toda la población, y a día de hoy, está en boca de todos
nosotros. Estamos muy estresados, tanto en el trabajo como en nuestra vida
personal. De hecho, ambos mundos parecen estar más interconectados cada día que
pasa, y nos llevamos los problemas del trabajo a casa, y viceversa. El mundo
entero parece que está totalmente estresado.
El estrés laboral no ha desaparecido; sin
embargo, lo que sí ha cambiado es la forma de asumirlo. En los años 80 era una
patología temida y en el siglo XXI, parece ser algo con lo que se debe
convivir. Estar estresado es la muestra clara de que se es productivo y/o
exitoso.
Esta cuestión podría parecer una
anécdota, si no fuera porque el estrés es fuente de multitud de síndromes y
enfermedades. El estrés puede llegar a matarnos. Pero, hasta entonces, afecta
de forma muy negativa a nuestra salud, a nuestro rendimiento y, termina
acaparando toda nuestra vida.
El término estrés se define como un
estado de tensión o fatiga nerviosa, bajo la amenaza de la frustración o del
conflicto y el miedo que de esa amenaza se derivan. El estrés se considera como
un estado de frustración creciente, como un aumento de la frustración.
El estrés puede producirnos:
−
Afecciones cardiacas y coronarias.
−
Enfermedades renales.
−
Patologías cutáneas.
−
Pérdidas o incrementos de
peso.
−
Enfermedades
gastrointestinales.
−
Reacciones de autoprotección
que frecuentemente derivan en un comportamiento agresivo.
−
Enfermedades de tipo
depresivo.
−
Trastornos de ansiedad…
La gran mayoría de las personas no ve
claramente que deba combatir estas situaciones de tensión. Incluso creen que un
poco de estrés en el trabajo cotidiano es bueno.
El estrés positivo, es aquel que
nos estimula a enfrentarnos a los problemas. Permite que seamos creativos,
tomemos iniciativas y respondamos eficientemente a aquellas situaciones que lo
requieran.
La conversión del estrés negativo (el que
nos bloquea y afecta negativamente) en positivo permite que estemos llenos de
energía, favoreciendo así nuestras actividades cotidianas. Beneficia a nuestra
salud puesto que, al canalizar el estrés, no sentimos la tensión que nos
provoca sentirnos con ese estrés negativo. En lugar de sentirnos impotentes y
fracasados, el estrés positivo permite que nos sintamos con más
energía y, conseguir superar los retos del trabajo cotidiano de una manera
más eficaz.
Muchos consideran que, lo recomendable es
llevar una vida equilibrada tratando de despejarse de los problemas cotidianos,
en vez de afrontarlos con otro punto de vista. Evidentemente, es muy
recomendable utilizar algunos recursos para evadirnos del estrés diario, entre
los que destacan:
−
Ir al gimnasio o practicar
algún deporte.
−
La meditación.
−
Los pasatiempos culturales
como ir al cine, al teatro o a conciertos.
−
Distraerse saliendo con los
amigos, la familia o la pareja.
−
Leer.
−
Salir al campo, a la playa…
−
Escuchar música.
−
Ver la televisión (¿por qué
no?).
En definitiva, realizar alguna actividad
que nos distraiga y nos guste, para compensar el estrés.
Bajo la apariencia de un trabajo más
eficiente y entretenido, el empleado actual está cargándose de ocupaciones
incluso en los momentos en los que presuntamente se distrae. Hoy todavía no se
percibe este tema con preocupación, sino todo lo contrario. La posesión de más
cantidad de dispositivos electrónicos, como móviles, tabletas,… parece que está
convirtiendo a los trabajadores en más responsables y eficaces, sin la
preocupación por el estrés, cuando, lo que realmente hace es cronificar las
situaciones que nos estresan.
Sergio Aparicio Pérez
Transformador Personal y Social
Expert-Coach Personal, Ejecutivo y Empresarial
Experto en Desarrollo Personal
Facilitador, Formador y Conferenciante coachaparicio@hotmail.es / 607 231 230 https://twitter.com/sergioapariciop
Transformador Personal y Social
Expert-Coach Personal, Ejecutivo y Empresarial
Experto en Desarrollo Personal
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